miércoles, septiembre 27, 2006

¡Epa, Julio!

Trataba de dormir, pero no pude hacerlo, por lo que decidí tomarme mi tiempo y escribir una entrada a uno de mis visitantes asiduos, mi pana Julio (¿es que se dice pana?). Honestamente te merecés algo mejor que este triste post, pero la distancia impide que me esfuerce más. No tengo una mejor foto, así que conformate con esta, que fue el día en que te conocí, creo q no es tan bonita, pero considera la hora. Estos pocos meses que pude conpartir con vos fueron espectaculares. Aquí soy una persona muy pasiva, pero tu presencia me obligó a agilizar mi vida. Hay muchas cosas que hicimos juntos y bueno, nunca fueron vanales. Desde nuestras típicas charlas respecto a Chávez, quién iba a sospechar que cambies luego de opinión; lo que más me molesta es que no fui yo quien te convenció. Sabiendo que tenías que estudiar traté de animar tus pocas horas libres, corriendo hasta tu edificio, haciendo sonar el timbre y gritando ¡policía! o cualqueir cosa estúpida.
Pero hay dos días muy importantes, lejos de todos lo demás días importantes. Uno es tu cumpleaños, te diré la verdad, me esforcé jajaja... no soy nada creativa con estas cosas y traté de sorprenderte. Y otra, cuando hicimos a un lado el aburrimiento, haciendo algo que no creo que podría considerarlo legal, pero tomar vino en media Place des Terreaux me parece inmemorable.
Que momentos en Café Sevilla o en Barrio Latino no?, por suerte nunca fuimos de shopping juntos, aquí quizás nos hubieramos enemistado, pues sos un comprador compulsivo.
Uy podría continuar, pero ya por fin me agarró el sueño. Sólo quiero agradecerte, porque tuve la oportunidad de aprovechar una buena vista con alguien especial como vos, como ese día que paseamos por el río. Cuando te despedías al irte a Barcelona me hiciste pensar mucho, ojalá yo fuera un poco más cariñosa con las personas que quiero, pero te agradezco el abrazo, quizás uno de los pocos que recibí en esta época.
Sos un tipo sincero y me alegra que todos estos caminos entrecruzados nos hayan llevado a conocernos. Sólo creo en el destino en ciertas ocasiones, y está sí que es una de ellas. Ahora que sería más dificil que nuestros caminos se unan nuevamente, dejo como testimonio este post, hasta que blogger decida eliminarlo jajaja... Siempre que vea mi firma de Chávez (la que creo nunca te enseñé) me voy a acordar de todo esto. Gracias por confiar tanto en mi. Y sobre el comentario que me hiciste el otro día, de por que no escribía cosas más interesantes en mi blog, pues me creés capaz de hacerlo, sólo me resta decir, ya filosofé suficiente y discutí por horas de política, este blog es cursi, para dejar a un lado mi otro yo, el insoportable, el conflictivo y, po último, poco popular, ya que sólo lograba enemistarme con la gente. ¡Hasta algún día!

0 comentarios: